En un mundo donde el estrés y la ansiedad son cada vez más comunes, encontrar formas efectivas de relajación y cuidado personal se vuelve necesario. Según la neurociencia una buena herramienta para hacer frente al estrés es darse un masaje facial.
Un estudio pionero hecho por Natura Bissé en colaboración con la Universidad de Murcia y Starlab (aliada de EuniWell, la Universidad Europea para el Bienestar) ha revelado resultados sorprendentes sobre los beneficios mentales de un tratamiento facial. Hasta ahora, se creía que estos tratamientos solo mejoraban la apariencia de la piel y ofrecían una experiencia relajante, pero este estudio demuestra que van mucho más allá.
El estudio se ha hecho a partir de una muestra de 33 personas entre 25 y 60 años. El estudio utilizó una combinación de mediciones objetivas (4 tipos) y subjetivas (4 encuestas diferentes) para evaluar los efectos del masaje facial en el sistema nervioso antes y después de un tratamiento facial de 60 minutos de Natura Bissé.
En mediciones objetivas usaron el ENOBIO (especie de gorro con electrodos y medidores neuronales) donde analizaron la actividad cerebral y frecuencia cardiaca. Biomarcadores para mirar los niveles de oxitocina o alfa-amilasa entre otras. En medidas subjetivas usaron una versión corta del test Ryff (escala de bienestar psicológico) además de medir cinco emociones relevantes como son: relajación, satisfacción, armonía, activación y felicidad.
«Hemos dedicado más de 50 horas al registro, con casi 400 tomas al grupo de control y unas 400 capturas macrofotográficas. Lo más interesante, además de medir el bienestar de forma numérica, fue descubrir cómo se puede aumentar también la autoestima de la persona», declara Laura Gamboa, directora de formación en Natura Bissé.
Beneficios físicos:
Además de los beneficios mentales, el estudio también reveló impactos positivos en la salud física.
Se encontró que los masajes en el rostro reducen la actividad de las citoquinas proinflamatorias, lo que ayuda evitar enfermedades ligadas con la inflamación.
Además, el contacto manual aumenta la actividad del nervio vago, lo que conduce a un ritmo cardíaco y presión arterial menor, claras señales de relajación.
Beneficios emocionales:
Los científicos encontraron que los tratamientos faciales no solo mejoran la apariencia de la piel, sino que también tienen un impacto importante en el bienestar mental.
La conclusión principal del informe afirma que los Rituales y Tratamientos Faciales elevan la autoestima alrededor de un 67%.
Los participantes afirmaron sentirse más relajados, empoderados y con una mayor autoaceptación después de recibir un masaje facial.
Además, se observó un aumento en los niveles de oxitocina, la hormona de la felicidad, lo que está directamente relacionado con la disminución del estrés.
Beneficios estéticos:
Aunque todos conocemos los beneficios que un masaje facial puede brindar a nuestra apariencia, es importante decir que muchas personas ignoran el poder de un masaje manual a diferencia de la medicina estética. Sin embargo, este tipo de masaje destaca ya que ofrece beneficios sin efectos negativos ni dolor.
El masaje manual induce profundamente la producción de colágeno, lo que ayuda a darle firmeza a la piel. Además, oxigena los tejidos faciales de manera única, lo que fomenta la regeneración celular. Y como si fuera poco, mejora la oxigenación, lo que brinda a la piel un brillo natural y saludable.
Resumiendo, los masajes no son solo un tratamiento de belleza; son un aliado poderoso para mejorar tu salud mental. En un mundo donde el estrés convive con nosotros, tomarse unos minutos para cuidar de uno mismo puede marcar una gran diferencia.
Ritualyté apuesta por la belleza natural unida a buenos hábitos de vida para conseguir tu mejor versión. Así que la próxima vez que necesites un descanso del ajetreo diario, reserva en Ritualyté para un masaje facial o tratamiento de Natura Bissé. Tu mente y tu cuerpo lo notará.